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Agricultura
SUELOS
Composición - 5ª parte
Identificación visual de los suelos
n la mayoría de los casos no es preciso ser un experto agrónomo para identificar visualmente si un suelo es más o menos fértil, y por tanto apto para el cultivo. Aquel que pretenda dedicarse a la agricultura como una ocupación familiar, ocasional o para su propio consumo, puede obtener un rendimiento aceptable de su parcela de terreno con escasos o ningún medio técnico, tan solo mediante la observación y atendiendo a unos cuantos consejos.
Según los componentes minerales y orgánicos que contienen los suelos, así presentan una fertilidad, textura y aspecto diferentes. El color es un parámetro muy interesante para identificar visualmente las características de un suelo. Como norma general, los suelos oscuros son más fértiles que los claros. Esto está motivado por la presencia de mucha materia orgánica, lo que denominamos humus, y que no es más que restos vegetales y animales descompuestos por los microorganismos.
Como norma general,
salvo excepciones, los suelos oscuros son más fértiles que los claros
Hay que decir no obstante, que existen tierras oscuras o negras que no son fértiles porque su color no es debido a la existencia de humus. Por ejemplo, las tierras próximas a una mina de carbón pueden ser negras, pero su color puede ser debido al contenido de ese mineral, y que obviamente no da fertilidad al suelo. Otro factor que puede oscurecer un suelo al margen de las materias que contenga, y que no sería un indicio de fertilidad, es su extrema humedad permanente, lo que en un principio podría intuirse al tacto.
Como excepción, existen tierras oscuras que no
son fértiles debido a que su color proviene de
la presencia de minas de carbón próximas, y no
de la existencia de humus
Los suelos rojizos, o castaño-rojizos suelen ser fértiles. Se trata de suelos que generalmente contienen óxidos de hierro procedentes de la meteorización de las rocas más antiguas, y que no se han visto sometidos a una excesiva humedad, motivo por el cual no reaccionaron con el agua (si lo hicieran formarían suelos amarillos). Estos suelos están habitualmente bien drenados y su nivel de humedad es adecuado para el cultivo de variadas especies vegetales.
Lo comentado es, como se ha dicho, en términos generales, pues existen algunas regiones del mundo en que los colores rojizos pueden ser indicativos de la existencia de minerales de reciente formación, los cuales no serían asimilables para las plantas; en estos casos el suelo podría ser estéril.
Los suelos rojizos suelen contener óxidos de hierro procedentes de la meteorización de las rocas más antiguas. Son en general
terrenos fértiles.
Los suelos amarillentos apenas son fértiles. Se trata de suelos que, al igual que ocurre con los rojizos, contienen óxidos de hierro, pero en este caso la excesiva humedad ha hecho que reaccionaran con el agua y formaran ese color. Es indicativo de un terreno mal drenado.
Por su parte, los suelos de color grisáceo pueden ser causa de una deficiencia de hierro, oxígeno, o un exceso de sales alcalinas, las cuales sería necesario reponer o corregir para la práctica del cultivo.